Para ello, la Fundación Caja de Ingenieros colabora con el proyecto “Mujeres con hogar”, impulsado por ASSÍS, que trabaja para dar una respuesta específica a estas situaciones con recursos específicos y profesionales especializados.

Según los datos de la encuesta de perfil de ASSÍS, en los últimos 10 años el porcentaje de mujeres obligadas a vivir en espacios públicos ha incrementado en un 60% y más de la mitad de las mujeres están trabajando actualmente.

En estas fechas tan señaladas, la Fundación Caja de Ingenieros ha lanzado una campaña de crowdfunding para dar voz y apoyo a las mujeres sin hogar a través del programa “Mujeres con hogar”. Impulsado por la asociación ASSÍS, este proyecto supone un salto hacia adelante en la lucha por dar una respuesta a esta situación, garantizando los derechos básicos de las mujeres, atendiendo sus necesidades y acompañando sus procesos.

El sinhogarismo femenino es una realidad actual invisibilizada que ha incrementado en un 60% en los últimos 10 años. Pese a que la sociedad sitúa a las mujeres en situación de desventaja a nivel económico, ellas tienen mayor capacidad de consolidar redes de apoyo y de movilizar recursos personales. De hecho, el 68% de mujeres sin hogar está trabajando actualmente -una cifra que contrasta con la de los hombres, que es de un 10%- principalmente en el ámbito de los cuidados, pero su sueldo no les permite tener un hogar estable.

Iñaki Irisarri, coordinador de la Fundación Caja de Ingenieros explica que: “Es momento de que la sociedad visibilice la realidad del colectivo e impulse la recuperación de las vidas de las mujeres sin hogar. Por ello, hemos decidido apostar por este proyecto de índole social a través de nuestra Fundación, para dar voz a un problema social del que apenas se habla.”

Las causas, las consecuencias y las necesidades son muy diferentes y están relacionadas principalmente con rupturas sentimentales y la violencia de género. Asimismo, la invisibilización es también una forma de violencia estructural, ya que las mujeres sin hogar se encuentran con recursos y servicios profundamente masculinizados, donde no hay espacios seguros para ellas. Además, recibir un acompañamiento intensivo y continuado y recuperar redes sociales son los factores protectores más valorados por ellas, necesidades que a menudo quedan diluidas por falta de profesionales específicos y de tiempo.

Para Elena Sala, responsable del programa “Mujeres con hogar” de ASSÍS, “las mujeres sin hogar están invisibilizadas, principalmente porque tendemos a fijarnos en la relidad más evidente y culpidora: las personas durmiendo en la calle. Y en eso las mujeres son una minoría. Pero si ampliamos la mirada, nos encontramos con un amplio abanico de situaciones en que las mujeres son las protagonistas”. ASSÍS atiende desde hace 20 años para personas sin hogar, con recursos específicos y profesionales especializados.