La Fundación Caja de Ingenieros colabora en la prevención de incendios en Cataluña
La Fundación Caja de Ingenieros apuesta por este proyecto de prevención estratégica de incendios porque evita el despoblamiento rural y tiene grandes beneficios ecosistémicos.
El proyecto cuenta con la implicación de 22 explotaciones ganaderas que cubren más de 630 hectáreas de terreno en Gerona, está en fase de desarrollo en otras zonas estratégicas del resto de Cataluña y se está estudiando su implementación en Extremadura y en Portugal.
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La Fundación Caja de Ingenieros, la expresión de la vocación de responsabilidad social corporativa de Caja de Ingenieros, colabora para evitar la propagación de incendios a través del apoyo a los proyectos “Rebaños de Fuego” y “Paisajes de Fuego” impulsados por la Fundación Pau Costa en Gerona. Estos proyectos, suponen un salto hacia adelante en el combate contra los grandes incendios, uno de los mayores retos que afrontamos como sociedad en la actual situación de emergencia climática.
“Rebaños de Fuego” desarrolla una fórmula, que es a la vez innovadora y antiquísima, ya que facilita que los pastores lleven a sus vacas, ovejas o cabras a zonas de alta vulnerabilidad al fuego para que pasten allí y creen espacios abiertos donde ahora hay bosques. El objetivo de este proyecto, que cuenta con el apoyo del cuerpo de bomberos de la Generalitat de Cataluña, es generar un mosaico agroforestal que evite la rápida propagación de los incendios y facilitar que se creen espacios seguros para los bomberos.
El proyecto se inició en 2016 en la comarca del Baix Empordà y en la actualidad cuenta con la implicación de 22 explotaciones ganaderas de la provincia de Gerona que cubren más de 630 hectáreas de terreno. Además, el proyecto está en fase de desarrollo en varias zonas estratégicas de Cataluña y se está estudiando su implementación en la comarca de La Vera en Extremadura y en el norte de Portugal.
“Estamos en un momento caracterizado por fuegos que se mueven a velocidades nunca vistas y totalmente fuera de la capacidad de extinción de los bomberos. Por lo tanto, ya no sirve de nada seguir gastando dinero en extinción, sino que hay que invertir estratégicamente en prevención”. Así de contundente se muestra Guillem Canaleta, técnico de la Fundación Pau Costa y responsable del proyecto, que advierte que no es descabellado pensar que incendios como los que castigaron a Australia en 2019 se reproduzcan, a escala local, en el área mediterránea y borren el verde de macizos enteros. Para evitarlo es necesaria una adecuada gestión del territorio, en la que el sector primario debería jugar un papel estratégico.
En lo que llevamos de año los incendios ya han arrasado en Cataluña más de 862 hectáreas, los más importantes han sido el del Cap de Creus y el de Castellví de Rosanes. En 2019 se quemaron 5.000 hectáreas en un solo incendio forestal en Cataluña, y episodios similares podrían producirse en cualquier momento.
Iñaki Irisarri, coordinador de la Fundación Caja de Ingenieros explica: “El reciente estudio publicado por el IPCC señala a la humanidad como responsable del calentamiento global y de la generación de fenómenos extremos, como olas de calor y sequías, lo que incrementa el riesgo de incendios. Se tardan décadas en recuperar lo que el fuego consume en un día y estamos convencidos de la necesidad de llevar a cabo acciones que prevengan la aparición de incendios y ayuden a su extinción. Apostamos por este proyecto de la Fundación Pau Costa porque tiene grandes beneficios ecosistémicos y evita el despoblamiento rural. Se trata de un claro ejemplo de fomento del desarrollo sostenible que encaja totalmente con una de las áreas de actividad de la Fundación Caja de Ingenieros, la protección del medio ambiente y el fomento de la sostenibilidad”.
La otra parte de este proyecto con visión integral, y con impacto en diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, es la de la puesta en valor y comercialización de los productos cárnicos y lácteos procedentes de estos rebaños en carnicerías y restaurantes de la zona. Aunque en muchos casos ya existía un tándem productor–establecimiento, se ha creado un distintivo que permite a los consumidores identificar estos alimentos.
Para Iñaki Irisarri, “se trata un proyecto muy pedagógico que hace ver a los consumidores las ventajas de adquirir alimentos producidos a pocos kilómetros, promueve la reducción de emisiones de CO2, fomenta la biodiversidad y la preservación de paisajes naturales y de actividades tradicionales como el pastoreo y pone en valor al sector primario como agente proactivo en la gestión inteligente del territorio”.
El apoyo de la Fundación Caja de Ingenieros a esta iniciativa ha facilitado su consolidación en las comarcas de Gerona durante 2020 con la incorporación de nuevos ganaderos y establecimientos, pero también ha permitido realizar diagnósticos en otras zonas de Cataluña para poder replicar allí la experiencia. Además, ha ayudado a que, en 2021, la Fundación Pau Costa dé un paso más allá en la búsqueda de nuevas herramientas con ‘Paisajes de Fuego’. Se trata de un proyecto en el que los rebaños son sustituidos por cultivos de olivos, viñedos y almendros con el mismo objetivo de crear mosaicos que frenen la propagación de los incendios.
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