Perder un trabajo puede llevarnos a la exclusión social. Todos conocemos, por experiencia propia o por alguien de nuestro círculo, el impacto que esto tiene en la vida de una persona a todos los niveles: económico, emocional y social. Los datos demuestran, además, que estar parado más de un año es uno de los principales factores de exclusión del mercado laboral -el otro es la edad-, y su efecto se incrementa de forma exponencial cuanto más tiempo pasa.

En la persona esto se vive como una espiral de emociones que originan la degradación psicológica y social: primero, la incertidumbre y el miedo a perder el hogar o a no poder cubrir las necesidades básicas de la familia, la angustia y el estrés; después, la desesperación, el abatimiento, la pérdida de interés y el aislamiento. Un estudio hecho en 2013 en Finlandia expone que las personas desocupadas durante dos años o más sufrieron cambios significativos en el ADN, mostrando una tendencia al envejecimiento prematuro. Una clara evidencia del deterioro que se sufre. Ante un fenómeno particular, hacía falta una respuesta diferente.

Trabajo con Corazón: un servicio de empleo diferente

En las oficinas de “Trabajo con Corazón” hay una pizarra con un número, hoy 4.280. Son las personas que se han insertado a través del servicio. Más de 4.000 historias de superación que demuestran a las nuevas usuarias que es posible salir y las impulsa a seguir el programa y a encontrar su propia oportunidad laboral.

"Trabajo con Corazón" está a medio camino entre el servicio ocupacional y la atención social. Acompañan de forma intensiva y personalizada a estas personas para mejorar sus opciones de encontrar trabajo con una metodología de asesoramiento y un entrenamiento "técnico", pero siempre desde el trato humano y con una visión integral de la realidad de una persona. Cuando llegas a su sede, llama la atención encontrar una parte de oficina con un aire tan tecnológico -al estilo de las nuevas oficinas de banca- y, al mismo tiempo, una persona probándose unas botas de trabajo, por ejemplo.

"Es una de las cosas que atendemos aquí: proveer de los recursos necesarios para que puedan afrontar una entrevista o acceder a un trabajo en igualdad de condiciones", explica Dessirée García, responsable de Formación e Inserción Laboral de Cáritas Barcelona. De esta manera, Fernando consiguió el juego de cuchillos que necesitaba para hacer una prueba de ayudante de cocina, y Núria pudo aceptar un trabajo al que tenía que desplazarse en metro porque le proporcionaron tarjetas de transporte durante el primer mes, hasta que cobró su primer sueldo. Por ello, “Trabajo con Corazón” es un proyecto de igualdad de oportunidades.

En cuanto a la metodología, la primera fase es "Actívate", en la que se evalúa el punto de partida con reuniones personales y se fijan los objetivos laborales y el plan de trabajo. En este espacio todo tiene un sentido: los asesores se sientan al lado de los usuarios con sillas iguales y compartiendo la visión de la pantalla. "Aquí no vienes a pedir" es lo que se quiere transmitir. Es el momento de empezar a romper la situación emocional, de trabajar la autoestima, de recuperarse. "Cuando levantan los hombros y son capaces de mirarte a los ojos, sabes que han multiplicado sus posibilidades de encontrar trabajo", nos dice Dessirée.

Después se inicia la parte de actualizarse adquiriendo nuevos recursos y habilidades con diferentes talleres y dinámicas, como, por ejemplo, competencias en el uso de internet y nuevas tecnologías o entrenamiento para las entrevistas. Con esto, los usuarios están listos para realizar el siguiente paso: la investigación intensiva y autónoma. Además, “Trabajo con Corazón” también actúa como intermediaria con diferentes empresas. Los gestores y gestoras trabajan representando sus intereses: cuando una persona ha encontrado trabajo en una de estas empresas, hacen un seguimiento para asegurar que está en disposición de conservarlo.

Reinventarse para adaptarse al mercado laboral

Eudy es de Venezuela y llegó a Barcelona con su mujer e hija pequeña. Ha desarrollado toda su carrera profesional en el ámbito de la seguridad como policía municipal y como escolta privado. Cuando llegó a la ciudad, se encontró desorientado: "No sabía cómo funcionaban las cosas aquí, el choque cultural es muy fuerte. Buscaba en algunos portales, pero no había respuesta, estaba muy angustiado". A través de una página de venezolanos en Barcelona, una persona le habló de “Trabajo con Corazón”, donde lo habían ayudado a encontrar trabajo.

Allí lo asesoraron y lo ayudaron a reenfocar su profesión: teniendo en cuenta que había desarrollado habilidades logísticas y de trabajo en equipo, le plantearon la posibilidad de trabajar como mozo de almacén. Prepararon un nuevo currículum e hizo simulaciones de entrevistas. En poco tiempo, empezó a trabajar en una empresa de logística, y meses después le han comunicado que quieren hacerle un contrato más estable que le permitirá iniciar el trámite de reagrupación familiar para sus dos hijas que siguen en Venezuela.

Hablando con él, vemos la personalización que define al servicio: está agradecido al servicio y, sobre todo, a su asesora. "El 90% de que haya conseguido este trabajo es para la señorita Laia. Estoy muy agradecido por la orientación y la calidad humana", nos dice Eudy.

Ayudar a tener trabajo es ayudar a ser independiente y económicamente autosuficiente y contribuir al desarrollo personal y a la integración en la sociedad. Por ello, “Trabajo con Corazón” es una de las alianzas de la Fundación Caja de Ingenieros. Con el apoyo de todos los socios, contribuimos a que muchas personas salgan de un bloqueo vital y puedan seguir mejorando sus condiciones de vida. Es el primer paso para luchar contra la pobreza y la precariedad.