Caja de Ingenieros, cooperativa de crédito y servicios financieros y aseguradores, ha inaugurado hoy su primera oficina en Badalona (Barcelona), fruto de su apuesta por la proximidad. El acto ha contado con la presencia de Rubén Guijarro, alcalde de la ciudad de Badalona, Pere Alemany, presidente de la Cámara del Barcelonès Nord, David Torrents, tercer teniente de la alcaldía y regidor del Ámbito de Protección Social a las Personas e Impulso Comercial del Ayuntamiento de Badalona, Félix Masjuan, presidente de Caja de Ingenieros, y Joan Cavallé, director general de Caja de Ingenieros, así como con la presencia de diversas personalidades del mundo empresarial, académico y social de la zona.

Con esta nueva sede, ubicada en la avenida del President Lluís Companys número 92, la cooperativa de crédito reafirma su apuesta por la proximidad, con el objetivo de mejorar la atención personal de los más de 2.000 socios que tiene en la ciudad de Badalona.

Félix Masjuan ha comentado durante la inauguración: “En nuestra apuesta por la proximidad, hemos decidido dar un paso más para continuar progresando y mejorando nuestra atención personalizada en el Barcelonés, tanto a particulares como a empresas. Así pues, empezamos una nueva etapa con la apertura de este primer espacio en Badalona, una oficina centrada en el asesoramiento y atención personalizada, donde también se ofrecen los servicios bancarios tradicionales”.

Por su parte, Joan Cavallé ha explicado: “La evolución del volumen de negocio de Caja de Ingenieros en la ciudad de Badalona ha experimentado un crecimiento muy positivo, situándose en 81 millones de euros; cifras que ponen de manifiesto el potencial y las ganas de crecer de esa ciudad”.

Por último, Rubén Guijarro ha comentado que: “Es una buena noticia para Badalona la apertura de una nueva oficina bancaria que garantice el trato personalizado y de proximidad a nuestros vecinos y vecinas. Es de forma especial, una buena noticia para las personas mayores, a quienes debe poder garantizarse el derecho a hacer sus gestiones diarias de forma presencial, como lo han hecho tradicionalmente. La digitalización, que tantas cosas buenas nos ha traído, ha descuidado en muchos sectores la posibilidad real de acceso y aprendizaje de las personas mayores y es una realidad discriminatoria y debemos revertir entre todas y todos”.