Conclusiones de la COP29 en Bakú: contexto, decisiones y desafíos futuros
Un contexto global complejo
El multilaterismo, que durante décadas ha evitado conflictos mayores, enfrenta una crisis notable. La reciente elección de Donald Trump, conocido por su nacionalismo y negacionismo climático, marcó un aire de incertidumbre en Bakú. A ello se sumaron las tensiones internacionales derivadas de conflictos como los de Ucrania, Palestina, Líbano y Yemen, que complicaron el diálogo con actores clave como Rusia, Israel, Irán y Arabia Saudita.
En América Latina, la postura de Argentina bajo el liderazgo de Javier Milei, también negacionista, buscó entorpecer las negociaciones, abandonando inicialmente la conferencia, aunque luego aclararon que no dejarían el Acuerdo de París.
Por su parte, Europa, históricamente un referente en acción climática, atraviesa un cambio de liderazgo que ha mermado su capacidad de influencia. En este contexto, Teresa Ribera, vicepresidenta española para la cartera de Transición Limpia y Justa, enfrentó cuestionamientos durante su evaluación en la Eurocámara. España, más discreta que en la COP28 de Dubái, destacó con un discurso contundente de Pedro Sánchez, quien subrayó el impacto mortal del cambio climático, citado y elogiado por Financial Times.
Otros países como Brasil, Reino Unido y China jugaron roles más activos en la defensa del diálogo, mientras que el G20, liderado por Brasil, acordó una declaración final de consenso que enfatizó la necesidad de movilizar financiación climática por billones, aunque sin abordar directamente el fin de los combustibles fósiles.
Un logro paralelo del G20 fue la aprobación de la Iniciativa Global para la Integridad de la Información sobre el Cambio Climático, destinada a combatir la desinformación climática, un problema creciente agravado por el avance de la inteligencia artificial.
Decisiones clave de la COP29
- Mercado de carbono internacional: La COP29 dio un paso significativo al operacionalizar el mercado de carbono internacional bajo el Artículo 6.4 del Acuerdo de París. Este avance permitirá a países y empresas incluir créditos de carbono en sus planes de mitigación, aunque el sistema no estará plenamente operativo hasta 2025.
- Nuevo objetivo colectivo cuantificado (NOCC): El acuerdo más discutido estableció un compromiso vinculante de al menos 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035 para financiar acciones climáticas, instando a alcanzar una meta más ambiciosa de 1,3 billones anuales.
- Pagadores: principalmente los 24 países desarrollados, con incentivos para que otros países, como China y Emiratos Árabes Unidos, también contribuyan.
- Receptores: países en desarrollo, condicionados a compromisos claros de mitigación, adaptación y transparencia.
- Fuentes de financiación: tanto públicas como privadas, además de iniciativas alternativas como impuestos solidarios.
Este compromiso, aunque notable, queda lejos de las necesidades estimadas por la ONU para alcanzar los objetivos climáticos, que se sitúan entre 455 y 584 mil millones anuales solo para mitigación.
- Hoja de ruta “Bakú a Belém”: Un añadido de última hora estableció un plan vago para incrementar la financiación climática y presentar un informe en la COP30 de Brasil.
Limitaciones y temas pendientes
A pesar de los avances, la COP29 dejó grandes vacíos:
- No se alcanzó un acuerdo sobre mitigación ni se abordaron requisitos para nuevos compromisos nacionales (NDCs).
- La adaptación, crucial para países vulnerables, tuvo una presencia marginal en la agenda.
- No se incluyó una referencia explícita al abandono de los combustibles fósiles, un tema clave aprobado tímidamente en el Consenso de EAU de la COP28.
- Además, durante la conferencia, surgieron tensiones que casi impidieron un acuerdo final. Una reunión clave llamada Qurultay, destinada a buscar consenso, terminó en fracaso tras más de cinco horas de debate.
Expectativas para la COP30 en Brasil
El próximo encuentro global estará marcado por el probable regreso de Donald Trump al poder, con la posibilidad de que Estados Unidos abandone nuevamente el Acuerdo de París. No obstante, se espera que Brasil, con el apoyo de Europa, Reino Unido y China, asuma un rol de liderazgo en temas como mitigación, adaptación y transición justa.
Brasil, anfitrión contradictorio por ser un gran productor de petróleo, pero también un referente en energías limpias y preservación de la Amazonia, podría ofrecer un terreno fértil para mayores acuerdos. La designación de un presidente competente para la COP30, como el embajador André Aranha Corrêa do Lago, podría ser determinante.
Más allá de las COPs: desafíos y oportunidades
Si bien las decisiones de las COPs no siempre son suficientes, representan un marco clave para avanzar en la acción climática. Es fundamental que reguladores, inversores y empresas reconozcan los riesgos financieros asociados al cambio climático y actúen en consecuencia.
La crisis climática también presenta oportunidades: el crecimiento de las energías renovables y la transición hacia economías más sostenibles pueden generar empleo y abrir nuevos mercados.
Aunque imperfectas, las COPs siguen siendo el foro más eficaz para el consenso global. Sin ellas, el mundo enfrentaría un calentamiento aún más desastroso, superando los 5°C. Por ello, es esencial reformar y fortalecer estos espacios mientras buscamos soluciones urgentes y efectivas.
Noticias relacionadas
- Medición de impacto en Caja Ingenieros Gestión
- Caja Ingenieros Gestión renueva con éxito la certificación ASG de MainStreet Partners
- Caja Ingenieros Gestión renueva su adhesión al “2024 Global Investor Statement to Governments on the Climate Crisis”
- Caja Ingenieros Gestión, adherida a la iniciativa Spring de PRI